Las distorsiones cognitivas son aquellas interpretaciones que se realizan de manera equívoca de la realidad. Estos sesgos en los que caemos los tenemos muy automatizados y en muchas ocasiones no somos conscientes.
Ser conscientes de cómo nos pueden afectar y aprender a reconocerlos nos puede ayudar a que no nos influya negativamente en nuestro día a día e incluso podemos llegar a modificarlos
Razonamiento emocional
Consiste en asumir que nuestras emociones son un reflejo fiel de la realidad. “Me siento ofendido, por lo tanto es que me han atacado”.
Catastrofizar
Consiste en magnificar la importancia de nuestros problemas o las cosas que nos ocurres. “hacer una montaña de un grano de arena”
Cuando es en referencia al futuro e imaginamos el peor de los escenarios posibles, es probable que lleguemos a asumir que seremos incapaces de tolerar eso que tememos en caso de que ocurriera.
Generalizar en exceso
Consiste en asumir que nuestras emociones son un reflejo fiel de la realidad. “Me siento ofendido, por lo tanto es que me han atacado”.
Blanco y negro
O pensamiento dicotómico “todo o nada” Por ejemplo si estás a dieta y hay un día que no la cumples o una comida que no haces bien, pensar que has echado todo por la borda. En vez de pensar que has fracasado puedes asignarte una nota objetiva (esta semana he comido un 75% bien) y centrate en la semana próxima.
Filtro negativo
Aspectos negativos puntuales nos impiden ver todo lo positivo. En un bosque si se cae un árbol todo el mundo hablará de ese árbol pero no de los que siguen en pie.
Descalificar lo positivo
Es la otra cara del sesgo anterior, no solo hacemos grande lo malo sino que minimizamos las cosas buenas. Recordarnos todo lo bueno que hacemos de manera frecuente nos puede ayudar a reducir estos sesgos.
Adivinar el futuro
Pensar que sabemos que es lo que va a venir. Asumimos que en base a experiencias pasadas podemos adivinar el futuro
Tu estado mental inicial puede condicionar el resultado final.
Lectura de pensamiento
Creer que sabemos lo que están pensando otras personas. La proyección de nuestros miedas en otros, es un hecho. Llegamos a ignorar las posibles razones para explicar una situación.
Etiquetamiento
Hacemos una evaluacion global de nosotros u otros en funcion de incidentes concretos. Cometo un error en una receta, se convierte en un, no se cocinar.
Los “deberías”
Son pensamientos rígidos. El resultado es un resentimiento constante hacia los demás y baja tolerancia a la frustración. Cambiar “Debería hacer...” a “ Me gustaría hacer...”.